La dignidad de la mujer
“La Iglesia reconoce el indispensable aporte de la mujer en la sociedad”
(Evangelii Gaudium, n.103)
El Papa Francisco tradicionalmente ha abordado el tema de las mujeres y ha instado al mundo a proteger y defender su derecho a “introducirse activamente en todos los ámbitos de la sociedad”: “¡Muchas gracias a todas las mujeres que cada día tratan de construir una sociedad más humana y acogedora!
“¡La esperanza en América Latina tiene un rostro femenino!”. “Es un serio deber comprender, respetar, valorizar cuanto realizan” porque “sin las mujeres la Iglesia del continente perdería la fuerza de renacer continuamente”.
“El papel de la mujer en la sociedad no es feminismo, ¡es un derecho! Es un derecho de bautizada con los carismas y los dones que el Espíritu ha dado.
Desde sus inicios, la Doctrina Social de la Iglesia afirma que la inviolable dignidad de la persona humana es intrínseca por ser imagen de Dios. Como imagen de Dios la vida de todas y todos es sagrada.
Fue en 1975, durante el Año Internacional de la Mujer, las Naciones Unidas conmemoran por primera vez el Día Internacional de la Mujer.
“La igualdad y los derechos de las mujeres son fundamentales para el progreso mundial en las esferas de la paz y seguridad, los derechos humanos y el desarrollo sostenible. Solo podremos restablecer la confianza en las instituciones, reconstruir la solidaridad mundial y cosechar los frutos derivados de contar con perspectivas diferentes si hacemos frente a las injusticias históricas y promovemos los derechos y la dignidad de todos.” Secretario General de Naciones Unidas
Pero es durante los más de 70 años de tradición educativa de nuestra querida Alma Mater Guadalupe que se ha realizado una labor incasable para formar a mujeres y hombres mediante una educación integral que tiene como fin humanizar y llevar a cada persona hacia la trascendencia, capaz de reproducir la cultura, construir la comunidad y hacer la historia.
La formación en nuestro Colegio busca, de manera especial, el desarrollo de la inteligencia para que la persona sea capaz de analizar, sintetizar y formar juicios críticos. Promueve, además, la educación de la voluntad y de los sentimientos, la autodisciplina y la libertad a nivel personal, familiar y social; el desarrollo físico, el gusto estético y la educación moral en un plano de igualdad y respetando la dignidad de todas y todos.
Es por eso que conmemoramos este día en un espíritu de solidaridad y sororidad, haciendo las cosas ordinarias de manera extraordinaria.
“Que en todas las cosas sea Dios glorificado”
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