Superar una pérdida, no es cuestión de tiempo. Requiere de nuestra participación activa. Para ello, debemos darnos la oportunidad de vivir 3 momentos.
1. Momento de sobrevivir.
Acompaña tu dolor. Estás sufriendo. Admítelo. Acepta la ayuda de los demás.
2. Momento de recuperarse.
El dolor es una visitaque debemos dejar entrar en la casa, pero no se debe quedar a vivir con nosotros. Si miras con atención, observarás que la vida nos ofrece un milagro nuevo cada día.
3. Momento de crecer.
Aprovecha lo bueno que aprendiste. Puedes empezar entendiendo que el cambio y la separación son una parte natural, inevitable y necesaria de la vida. La persona a quien perdiste te trajo muchas cosas buenas. Estas cosas aún están contigo.
Recuerda: “Extrañar no es estar vacío(a), es estar lleno de alguien a pesar de su ausencia”.
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